Contraloría General de Antioquia
Vigilar el uso de los bienes y recursos públicos de gran parte de los municipios de Antioquia, además de las entidades del nivel central departamental, es el propósito por el que día a día trabaja este Organismo de Control. Sin embargo, en mi calidad de Contralor General de Antioquia, estoy convencido de que nuestra obligación misional, más allá de la pura vigilancia, debe enfocarse en verificar que la acción gubernamental se oriente a subsanar aquellos déficits que desfavorezcan el desarrollo de las capacidades de los ciudadanos. El reconocimiento de la existencia de recursos escasos no es excusa para que no se ejerzan inversiones de manera efectiva, ni mucho menos para que se usen los recursos públicos en cualquier labor que deje de promocionar con efectividad el interés general.
Así las cosas, entendemos en la Contraloría una institución que vela por el desarrollo de Antioquia, en la medida en que vigila la eficaz inversión de sus recursos y constata el impacto real de esas inversiones.
Nuestra gestión vela porque los principios del Buen Gobierno sean internalizados y puestos en práctica sin excusas ni dilación: promoción del interés general, fortalecimiento de la participación, de la equidad y de la inclusión, destierro de las prácticas de corrupción y de abuso del poder y sus privilegios, defensa de la transparencia en la toma de decisiones, estricta vigilancia sobre las rendiciones de cuentas.
Queremos sentir orgullo por la ética de nuestros gobernantes. Es nuestro deseo que los alcaldes de Antioquia brillen en el concierto nacional por su eficiencia fiscal. Debemos lograr que los habitantes de los municipios sientan orgullo por sus mandatarios, su probidad y su eficiencia. Los ciudadanos esperan que sus intereses sean cuidados por la administración, en la medida en que la labor pública se dirija a la búsqueda del bien común.
Pero en esta labor los sujetos de control no estarán solos. Es nuestro deber como entidad vigilante, acompañar especialmente a los municipios en su proceso de mejoramiento. Para ello, se deben disponer de instrumentos de capacitación, y simultáneamente instalar una fuerte capacidad de vigilancia ciudadana, como estrategia central para cerrar el círculo contra las deficiencias en la gestión. Nuestra exigencia fundamental es que la ley se cumpla.
Estaremos en una vigilancia permanente, con un marcado carácter social que atenúa lo policivo de nuestra labor, pero siempre encaminando la gestión fiscal hacia lograr que la gestión pública y el uso de los recursos, signifique mejoras permanentes en la calidad de vida de los habitantes de los diferentes municipios. Invito a toda la comunidad a participar activamente del control fiscal, a través de los mecanismos de participación ciudadana diseñados para tal fin. Sin veedurías, el impacto del control se reduce igual que el margen de gobierno limpio y transparente. Trabajaremos de la mano con las veedurías y haremos una fuerte labor de refuerzo de esta figura, igualmente sin excesos y con seriedad.
JORGE ROJAS OTÁLVARO
Contralor General de Antioquia.
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